Hoy les propongo inundar la casa con olor a especias con estas preciosas casas de jengibre. Te atreves a elaborarlas? Son tan bonitas y quedan tan bien decorando un pastel, la mesa navideña e incluso el árbol. Pero lo mas importante de todo es que están muuuuy buenas. La mezcla de canela y jengibre con un toque de naranja es irresistible!

Asi que si te animas con ellas, te dejamos la receta con un paso a paso.

Gingerbread Cookies

• 100 g de mantequilla
• 100 g de azúcar moreno
• 1 huevo
• 200 g de harina
• ralladura de 1 naranja
• 1 pizca de sal
• 1 cdta de canela
• 1 pizca de jengibre en polvo
• 1 pizca de cuatro especias
• 1 cdta de levadura química
• 1 clara de huevo
• 200 g de azúcar glace
• unas gotas de zumo de limón

Monta la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar moreno hasta que este bien espumoso y se haya vuelto pálida. Añádele el huevo y continua batiendo unos minutos mas. Añadele las especias, la ralladura de naranja, la levadura, la sal y harina tamizada y amasa hasta tener una masa lisa. Ten cuidado de no amasar demasiado. Déjala reposar en nevera media hora.

Extiéndela con un rodillo hasta que tenga unos 3 mm de grosor y corta las casitas. Para ello corta lo patrones en cartulina y con la ayuda de un cuchillo corta todas las piezas. Puedes descarte los patrones aquí

Acomódalas en un bandeja con papel sulfurizado y hornéalas a 180º C por unos 10 minutos o hasta que estén doradas. Déjalas enfriar bien.

Mientras las galletas se hornean,  prepara el glaseado: bate las claras con el azúcar y el zumo de limón hasta que monte y  adquiera consistencia.  Pon el glaseado en una manga pastelera con una boquilla de 2 mm.

Cuando las galletas hayan enfriado, monta las casitas con el glaseado. Primero monta las 4 paredes y  déjalas secar una media hora.

Pega con glaseado el techo y déjala secar nuevamente otra media hora. Cuando ya estén firmes décoralas a tu gusto añadiéndoles tejas, puerta, ventanas…deja volar tu imaginación!

Finalmente déjalas secar por dos o tres horas antes de servir o envasar. Consérvalas en un recipiente hermético o envasadas en celofán para que no se humedezcan.